martes, 2 de noviembre de 2010

Mente Cuadrada

Estoy en pleno examen de física elemental, en realidad no
intento ni siquiera resolverlo sé muy bien que no se nada. Estoy perdido en la luna de Paita (no sé ni siquiera que tiene que ver la luna de Paita en esto). el profe pasa a cada momento y mira los examenes, yo procuro mirar fijamente mi hoja y hago unos rayones a la espalda del papel donde escribo estas lineas. Hago rayones que seguramente no tienen nada que ver con el tema del examen, pero las hago. No sé tampoco si el profesor se creera esa finta, después de todo no tendria que importarme.

Estoy con una sensacion rara. como una sensación de desahucio medico aunque en este caso seria desahucio matematico, pensar que solo hace menos de media hora estaba en plena clase de historia, esa si es mi cancha.

Un compañero me pasa el plagio, fue un movimiento tan rápido que creo nadie se dio cuenta.
El loco matemático que se sienta a mi lado me lo pide para ver como esta resuelto y guiarse para resolver su examen.

El profe anuncia que falta diez minutos para que acabe el tiempo de la prueba, mi hoja sigue en blanco. Hace poquito el profe paso para cobrar los diez centimos del examen y para tratar que no vea el examen en blanco, con una mano tape la hoja y con la otra saque la moneda, estaba muy nervioso y sospecho que el profe se dio cuenta de eso, pero no dijo nada. Ni bien se fue saque la hoja donde escribo esto, ya que lo había ocultado por temor que lo descubriese y lo lea, que imagino hubiese sido el apocalipsis.

Creo que ya deben de faltar poco mas de 5 minutos para que termine el examen. Hoja en blanco, varios plagian la prueba, algunos ya se dieron por vencido y yo sigo con las manos húmedas de temor( quizás no sea temor, pero no se que es).

Ahora hay un silencio tenso, un silencio asfixiante que es todo lo contrario a aquella clases de ingles, ciudadanía o historia, donde tenia claro que decir sobre aquel dictador de derecha o de aquel otro dictador izquierdista o de aquel presidente que espiaba a sus rivales políticos o de aquel otro presidente del cual su muerte es un misterio, en fin esas clases si apasionan.

Acaban de recoger los exámenes, mi hoja la entregue tal como me la dieron a excepción de que solo coloque mi nombre. Mi mente es una mezcla de culpa y coraje, de rebeldía y humillación.

En todo este jugo surtido de sensaciones me acorde de una frase que leí en la revista "Dedo Medio":


Enorgullécete de tus problemas de conducta y pocas ganas de estudiar. Los primero de la clase llegaran a gerente o trabajaran detrás de una ventanilla. Los que son como tú se encargaran de cambiarle la cara al mundo.


Definitivamente esta frase me ayudo a salir de esta opresiva marea de sensaciones.




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